En una comunidad de copropietarios se exige que sean certificados ciertos elementos ubicados en espacios comunes, tales como ascensores, tanto verticales como horizontales, y dispositivos de gas (sello verde). La certificación de ascensores, por ejemplo, debe poder acreditar que este cuenta con sus mantenciones al día y está en condiciones de seguir funcionando, es la ley la que señala la frecuencia de certificaciones; para este caso, los ascensores deben ser certificados cada dos años cuando son destinados a vivienda. En el caso de instalaciones interiores de gas se requiere inspección cada dos años o, dependiendo de su buena calificación, cada cuatro años.